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Anatomía del injerto óseo humano

Anatomía de un injerto óseo: del tejido original al control de calidad

Anatomía de un injerto óseo humano: del tejido original al control de calidad

En medicina regenerativa, el injerto óseo humano es un ejemplo de cómo la biología y la regulación convergen en un producto sanitario complejo, pero con alma biológica.

En la práctica, cada unidad implantable representa el final de una cadena que comienza con un donante y pasa por decenas de etapas técnicas y verificaciones. El objetivo no es fabricar un material, sino preservar un tejido humano con potencial biológico, seguridad demostrada y trazabilidad completa.

Por eso, comprender la “anatomía” del injerto —sus fases invisibles— permite al cirujano y al personal de banco valorar la magnitud del trabajo previo al acto quirúrgico.

El punto de partida: el donante

Selección y cribado

La elegibilidad del donante es la base de todo el sistema. Además, la seguridad de un injerto comienza mucho antes de su procesamiento. Por su parte, los bancos de tejidos realizan un cribado clínico y serológico completo, siguiendo los criterios del Real Decreto 9/2014 y la Directiva 2004/23/CE, que establecen los requisitos de evaluación del donante humano.

De acuerdo con el Real Decreto 9/2014 y la Directiva 2004/23/CE, ningún tejido puede procesarse sin un estudio clínico, serológico y microbiológico completo.
Por ejemplo, las pruebas habituales incluyen VIH-1/2, VHB, VHC, sífilis y HTLV; algunos bancos incorporan West Nile Virus o SARS-CoV-2 según prevalencia. El resultado es un perfil de riesgo “cero biológico” dentro de las limitaciones razonables de la medicina transfusional.

Conservación inicial

A continuación, el transporte desde el centro de extracción al banco se realiza a temperatura controlada, preservando la arquitectura trabecular y evitando deshidratación precoz.
En este punto, se inicia la primera cadena de trazabilidad documentada: cada muestra se identifica con un código interno que luego se enlazará al Código Único Europeo (SEC).

Procesamiento: ingeniería tisular con propósito biológico

En esencia, el procesamiento busca eliminar lo que resta seguridad y conservar lo que otorga función.

Limpieza y descontaminación

Primero, las etapas de lavado y desengrase eliminan médula y lípidos. Por ello, EDQM recomienda secuencias químicas suaves, validadas con ensayos de biocarga, para no alterar el colágeno.

Por ejemplo, en Dilesa trabajamos con bancos que emplean sistemas cerrados de limpieza ultrasónica o añaden fases de inactivación priónica; ambos son ejemplos de variantes de proceso alineadas con las guías europeas, aunque no universales.

Desmineralización

En concreto, en el caso de la DBM (Demineralized Bone Matrix), el tejido cortical o mixto se expone a ácidos controlados que reducen su calcio a < 5 % (EDQM) / < 8 % (validaciones internas) y exponen las proteínas morfogenéticas óseas (BMP). Esta fase transforma el hueso en una matriz osteoinductiva conservando el colágeno tipo I.

Liofilización y conservación

Después, la liofilización (criosublimación) estabiliza el injerto, reduciendo la humedad residual (1–6 %) y permitiendo su conservación a 15–30 °C. Asimismo, el envase de doble barrera Tyvek® garantiza aislamiento microbiano y facilita su manejo en quirófano.

Cada injerto óseo humano conserva la identidad biológica de su tejido de origen: el control técnico no sustituye a la biología, la protege.

Morfología y función: cuando la forma sigue al propósito

Injerto óseo humano
Injertos estructurales

Por su parte, bloques o anillos tricorticales aportan soporte mecánico. Por lo general, se usan en reconstrucciones vertebrales o maxilares donde el injerto debe soportar carga. Por ello, su éxito depende de la precisión del ajuste y la estabilidad primaria.

Injertos particulados

En particular, los chips 1–4 mm o 4–10 mm facilitan relleno e integración. Además, la superficie específica favorece la osteoconducción y la colonización celular. Por lo común, se emplean en defectos cavitarios o aumentos de volumen sin carga.

Injertos combinados o híbridos

Asimismo, los composite grafts descritos por EDQM §10.2.3 combinan matriz ósea desmineralizada con partículas mineralizadas o biomateriales cerámicos. De este modo, proporcionan biología + volumen, manteniendo trazabilidad del componente humano.

Parámetros críticos de calidad

En la práctica, un injerto no se aprueba “por aspecto”, sino por datos medibles.

Parámetro

Valor de referencia

Documento base

Calcio residual

≤ 5 % (EDQM) / < 8 % (validación fabricante)

EDQM 23.7 – DBM

Humedad residual

1–6 %

EDQM 23.7

SAL (esterilidad)

10⁻⁶ (ISO 11137)

RD 9/2014 + EDQM 10.2

Temperatura conservación

15–30 °C (liofilizado)

EDQM 10.2

Integridad envase

Doble barrera Tyvek® validada

EDQM y AATB

Trazabilidad

SEC + registro 30 años

Dir. 2006/86/CE + SoHO 2024/1938

Todos estos controles se documentan en el informe de lote y deben acompañar al injerto hasta el centro implantador.

De la calidad al quirófano: trazabilidad viva

En España, el Plan Nacional de Tejidos (ONT) establece que los hospitales mantengan el registro de cada injerto durante 30 años — identificación, código SEC, paciente, fecha de implantación y destino final.

Además, el Reglamento SoHO 2024/1938 refuerza la interoperabilidad de sistemas para que la información viaje digitalmente entre bancos, autoridades y hospitales.

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Lee nuestro artículo sobre Calidad y seguridad del tejido óseo .

Injerto óseo humano

Ingeniería y biología: una frontera difusa

En realidad, la ingeniería tisular no sustituye a la biología; la optimiza.

Ahora bien, eliminar células no significa inactivar la matriz: la DBM conserva colágeno y BMP — la base molecular de la osteoinducción.

Por eso, cada injerto es, en realidad, un tejido procesado, no un producto fabricado.
Esta distinción es crucial para el profesional sanitario: explica su comportamiento biológico y el marco regulatorio que lo protege.

Desafíos actuales

  •  Interoperabilidad real de datos: los sistemas SEC aún no son homogéneos entre comunidades o países.
  • Variabilidad biológica: las concentraciones de BMP varían por donante.
  • Documentación quirúrgica: la pérdida de registros sigue siendo el mayor riesgo de trazabilidad.

El futuro —según el SoHO— apunta a una trazabilidad digital única y notificación automatizada de eventos adversos.

Un injerto óseo humano no se mide solo por su composición, sino por la transparencia del proceso que certifica su seguridad humana

Conclusiones

Cada injerto que llega al quirófano es el final de una secuencia de control y la prolongación de un tejido humano. Detrás de su envase hay historia, biología y regulación.

Conocer su anatomía es también comprender la responsabilidad compartida entre banco, distribuidor y equipo quirúrgico. Un injerto no se elige solo por su forma: se confía por su proceso.

FAQ's

¿Qué garantiza la seguridad viral del injerto?
Por un lado, el cribado serológico y la validación de esterilidad (SAL 10⁻⁶) según ISO 11137 son obligatorios.
Además, EDQM y RD 9/2014 exigen doble control: microbiología post-proceso y archivo documental.

¿DBM y chips tienen la misma función?
No. DBM aporta señalización biológica (osteinducción); chips aportan arquitectura (osteoconducción). Suelen complementarse.

¿Por qué conservar a 15–30 °C?
Los injertos liofilizados estables en ese rango simplifican la logística y evitan ciclos de frío que puedan condensar humedad.

¿Qué ocurre si se rompe la trazabilidad documental?
En este caso, se considera un evento de biovigilancia y debe notificarse según SoHO 2024/1938 art. 49.

Bibliografía

  • Consejo de Europa – EDQM. Guide to the Quality and Safety of Tissues and Cells for Human Application. 5.ª ed. Estrasburgo: Council of Europe; 2022. Disponible en: https://www.edqm.eu/en (consulta: octubre 2025).
  • Ministerio de Sanidad – Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Plan Estratégico Nacional de Tejidos 2022-2026. Madrid: ONT-Ministerio de Sanidad; 2022. Disponible en: https://www.ont.es (consulta: octubre 2025).
  • España. Real Decreto-ley 9/2014, de 4 de julio, por el que se establecen las normas de calidad y seguridad para la donación, obtención, evaluación, procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de células y tejidos humanos. Boletín Oficial del Estado núm. 163, 5 jul 2014. Disponible en: https://www.boe.es/eli/es/rdl/2014/07/04/9/con
  • Unión Europea. Directiva 2006/86/CE de la Comisión, de 24 de octubre de 2006, por la que se aplica la Directiva 2004/23/CE del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que respecta a los requisitos de trazabilidad, notificación de reacciones y eventos adversos graves y ciertos requisitos técnicos para la codificación, procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de tejidos y células humanos. Diario Oficial de la Unión Europea L 294, 25 oct 2006, p. 32-50. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32006L0086
  • Parlamento Europeo y Consejo de la Unión Europea. Reglamento (UE) 2024/1938 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de julio de 2024, sobre normas de calidad y seguridad para las sustancias de origen humano destinadas a aplicación en el ser humano (Reglamento SoHO). Diario Oficial de la Unión Europea L , 2024. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=CELEX:32024R1938
  • American Association of Tissue Banks (AATB). Standards for Tissue Banking. 14th ed. McLean (VA): AATB; 2022. Disponible en: https://www.aatb.org/standards (consulta: octubre 2025).
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